- Una tarde de marimba en Tuxtla Gutiérrez
Fausto y Martín esperan turno en una sala contigua mientras desde el salón principal de las marimbas se oye Comitán interpretada por otro grupo de adolescentes que esta tarde está cerrando con una demostración lo que aprendió de las clases del primer semestre de talleres 2025 del Museo de la Marimba “Zeferino Nandayapa Ralda”. Es jueves y el museo, en el Centro de Tuxtla Gutiérrez, bulle de mujeres y hombres, pero más de adolescentes que con baquetas en mano aguardan se les llame a ejecutar el número que han preparado. Martín y Fausto platican en voz baja con otro compañero, todos de camisa blanca, y dicen que en su repertorio traen El Bolonchon; están listos para una buena exhibición de su destreza. En la sala principal, se oyen también los aplausos, hay teléfonos celulares levantados filmando a los debutantes.
Dice Alejandra Nandayapa de la Rosa, la directora del Museo de la Marimba, mismo que está al lado del Parque de la Marimba, que hablar de la marimba es hablar de Chiapas y que eso es lo que se busca ahora a través de las actividades, que la gente se apropie no sólo de la historia de la marimba sino también del cómo se hace música y cómo se construye el instrumento, y para ello además de que se está reordenando la museografía en la institución, hay un programa denominado El Museo de la Marimba va a tu Escuela. Y mientras explica cómo se está buscando el acercamiento de la marimba a las nuevas generaciones, toma de su escritorio una lotería y un memorama que dan cuenta de la composición del instrumento, de los maestros que han contribuido en la evolución del mismo y de otras cosas relacionadas con la marimba. Es importante que se sepa que a este museo no sólo se tiene la oportunidad de ver los instrumentos o conocer la historia sino se puede tomar las baquetas y tocar música o inscribirse a las clases ya sea como principiante o avanzado medio.
Un cuadro con la imagen de Agustina Zambrano, a quien la historia de la marimba en Tuxtla reconoce como la primera mujer marimbista, recibe en el pasillo principal que da acceso a la sala principal del museo, donde otra mujer, Lidia Verónica Hernández, espera a las visitas para guiarlas por las cinco salas de exhibiciones o exposiciones que componen el espacio de arquitectura tradicional de paredes anchas y por la historia de la evolución de la marimba en Chiapas. Mujer que habla con devoción de las personas que han protagonizado la historia de la marimba en el estado, como Corazón de Jesús Borraz Moreno, Ruffo Tovilla, Óscar Ventura, Manuel Vleeschower, Norberto Nandayapa, Andrés Altamirano y Zeferino Nandayapa, dice que la marimba le ha cambiado la vida desde que tuvo el primer acercamiento y luego, poco a poco, se fue involucrando con la historia del instrumento; ahora es quien atiende a las niñas y niños principiantes en el taller, aparte de ir repasando, cada que alguien se interese, las etapas de una larga historia que en Chiapas tiene su registro con la denominada Yolotli, un artefacto de ocho tablillas con el que amenizaban sus fiestas y rituales los trabajadores de una finca en el siglo XVI, de acuerdo con una obra escrita por el maestro Amador Hernández. Se dice que es de 1545 la Yolotli, el instrumento que se sostenía sobre dos horquetas, expresa Lidia Verónica.
La prehispánica Yolotli dio paso a la llamada Parihuela, un teclado de 25 tablillas equipadas cada una con pumpo o tecomate de distintos tamaños para una mejor resonancia o musicalidad, con la diferencia de que se trataba de una marimba sin soportes o patas, pues tenía que ser sostenida por dos personas mientras se ejecutaba alguna pieza musical. Después llegó la marimba diatónica. Luego surgió la cromática o la marimba de dos teclados. Después la modernidad trajo otros tipos de marimba como la de mecapal de Abelardo Vleeschower y la marimba que camina o personalizada, que se porta con arneses, de la familia Nandayapa con una tradición de más de 100 años como constructores de marimba. En Chiapas, dice Lidia Verónica, es donde evoluciona la marimba, al tiempo que invita a pasar a la denominada Sala de Constructores, donde hay una estructura de marimba, unas herramientas con las que se construye la marimba y paredes con cuadros o fotografías de constructores. Las otras salas son de Maestros, de Grupos Marimbísticos y una especial dedicada a la prolífica trayectoria nacional e internacional del maestro Zeferino Nandayapa Ralda.
Esta tarde de clausura de los primeros talleres del año, para ya dar paso a las clases de verano, Martín, Fausto y su compañero aguardan desde la sala dedicada a los grupos marimbísticos. Mientras ellos platican, otros grupos de jovencitas y jovencitos observan las fotografías. Desde la sala principal, donde está tarde se han reacomodado las marimbas, de las dieciséis que se exhiben como parte de la historia, para facilitar que las madres y los padres puedan apreciar las demostraciones de sus hijos e hijas, se oye Las Chiapanecas interpretada por un grupo de menores. Ellos son parte de la nueva generación a la que el Museo de la Marimba, que pertenece al Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura (ITAC), tiene como propósito llegar. Lo que se busca, expresa el director General del ITAC, Juan Carlos Suárez, es hacer del Museo un punto de encuentro y de enseñanza, ir más allá de la historia, y para ello se está visitando a las escuelas.
Nandayapa de la Rosa detalla que luego de los talleres de verano, en agosto inician los talleres del segundo semestre del año, mismos que se clausuran en diciembre. Hay para las infancias y hay para personas adultas. Y además de la enseñanza, el Museo de la Marimba también se encuentra en proceso de reordenar la museografía para que las visitas, de las cincuenta en promedio que llegan al día, conozcan de la manera más fácil y práctica la historia. Y para que exista mayor acercamiento, se están buscando trabajar con los talleres constructores, ya hay coordinación con la familia Nandayapa y también pláticas con la familia del maestro Altamirano, de quien se instalará un busto en el Museo. Se trata, sostiene la directora, que la gente conozca más de la marimba y se apropie de su historia y de su música, es un instrumento que representa a todos los chiapanecos, pues es el corazón sonoro de Chiapas.
Martín, Fausto y compañero han ido a la sala principal. Ha llegado su turno. Suenan los aplausos, suena la marimba. Alegre se oye el instrumento. Mientras las niñas y los niños cierran su ciclo de talleres con una demostración al interior del Museo, y está por terminar el evento, afuera, cayendo la noche, en el Parque de la Marimba, una marimba orquesta inicia con su presentación: pone, con un danzón, a bailar a la gente. La protagonista es la marimba.








